Los años de crisis están pasando por Recursos Humanos revolucionando y cambiando los departamentos de People y de los profesionales del talento. En este sentido, los Recursos Humanos cada vez están jugando un papel más determinante a la hora de afrontar los cambios por los que están pasando las empresas.
En el 2015, y tras casi 5 años de fuerte crisis económica, empresarial y de valores, existía una idea generalizada de que se ha limitado significativamente el desarrollo de la función de RRHH. Sin embargo, 7 años después, y tras una crisis sanitaria y económica, la percepción acerca de Recursos Humanos ha cambiado radicalmente.
El punto de inflexión lo marcó la crisis del Covid 19, un antes y un después en materia de gestión del talento y bienestar laboral. Una situación que puso el foco en el mayor activo de las organizaciones: los empleados.
Actualmente, las empresas se enfrentan a situaciones desafiantes que ponen el foco en el rediseño de sus propias estructuras, organización, métodos de trabajo y gestión de personas.
- Comunicación constante con tus empleados.
Comunicarnos con nuestros empleados de forma clara nos ayudará a hablar sin tapujos, directamente, con los empleados. En momentos de dificultad (revisiones salariales, problemas organizativos, cambios en la estructura de la empresa, pandemias,...) un plan de comunicación interno que incluya los diferentes canales de comunicación ayudará a trabajar por la unión de todos los empleados en torno al proyecto.
- Conseguir altos estándares de productividad.
En tiempos de crisis, los diferentes cambios que se producen a nivel interno y externo también afectan al ánimo de los empleados. Recursos Humanos puede facilitar ciertos recursos y desarrollar medidas para tratar de canalizar esas emociones y ayudar en todo lo posible.
En este sentido, algunas de las medidas que puede tomar el departamento de People y mejorar o estabilizar los niveles de productividad pasaría, por ejemplo, por dejar que los empleados den su opinión y propiciar una comunicación vertical de abajo hacia arriba.
También, Recursos Humanos podría ayudar a gestionar el cambio potenciando el desarrollo y la formación de los empleados para adaptarse a su puesto de trabajo o a otro nuevo. Sin olvidarse, tampoco, de los recursos y las medidas (teletrabajo, flexibilidad horaria,...) que sirven para adaptarse a los nuevos modelos de trabajo híbrido.
- Afianzar las políticas de atracción y retención del talento.
Los altos costes causados por una alta rotación de personal pueden llegar a ser insostenibles para una empresa en plena crisis o cambio de estructuras. Por esta razón, invertir más en retener el talento disponible puede ser una política mucho más adecuada en tiempos de austeridad y que a la larga dará mejores resultados a la organización.
Es muy importante para toda empresa tener un plan continuado de retención del talento, puesto que estos factores no se pueden gestionar de manera aislada, ya que constituyen un pilar clave del crecimiento y la diferenciación respecto a la competencia, sobre todo en un mundo tan competitivo y con tantísimos cambios.
Diseñar, planificar y propiciar un buen clima laboral, establecer o rediseñar nuestros planes de conciliación de la vida laboral y personal, o revisar condiciones económicas y las posibilidades de crecimiento profesional, aportaría un plus a la empresa que repercutirá favorablemente en su marca empleadora.
- Gestionar el tiempo de tus empleados
En tiempos de crisis, los empleados suelen hacer más horas de lo recomendable ya que el miedo puede derivar en un estrés que impulse a los empleados a extender su jornada laboral unas horas más.
Para ello, tener un software de control horario puede ayudar a Recursos Humanos a gestionar las horas extras de trabajo y ser mucho más justos a la hora de equilibrar las jornadas laborales y cuidar el bienestar de nuestros empleados.
- Revisar el desempeño de los empleados
En momentos donde la organización se tambalea, el desempeño de los empleados puede resentirse. Para ello, Recursos Humanos debe estar atento para revisar el desempeño de los trabajadores y gestionarlo de forma efectiva.
Es muy importante vincular de forma transparente los objetivos con las prioridades organizacionales y mantener un componente fuerte en torno a la flexibilidad. De esa misma forma, es relevante adaptar ahora el enfoque a individuos o segmentos más consolidados de personas invirtiendo en los modelos de reconocimiento y/o compensación dependiendo de los objetivos planteados y alcanzados.
- Mayor flexibilidad y auto-liderazgo.
Al contrario que muchos líderes que practican modelos de micromanagement, un componente indispensable como la flexibilidad, nombrado en el punto anterior, debe ser reconsiderado.
A la hora de retener y fidelizar el talento disponible, ofrecer a nuestros empleados las posibilidades de desarrollarse de forma autónoma a través de herramientas, como un software de recursos humanos con portal del empleado incluido.
La flexibilidad que esto aportaría nos ayudaría a aumentar el desempeño de los empleados y fidelizar el talento de nuestra organización, dos de los grandes problemas a los que se enfrenta una organización en tiempos de crisis.
- Gestionar el bienestar de los empleados
El bienestar laboral es el término con el que nos referimos a una situación de equilibrio entre todos los aspectos que condicionan la opinión que un empleado se forma sobre su entorno de trabajo. A mayor sensación de bienestar, mejor será la predisposición del trabajador en el cumplimiento de sus obligaciones.
Según el último Mental Health at Work Report realizado por Mind Share Partners, actualmente el 91% de los encuestados cree que la cultura de una empresa debe apoyar la salud mental. En 2019 se situaba en el 86%.
Los riesgos psicosociales y el estrés laboral representan hoy en día un desafío crítico para las compañías, no sólo para el bienestar de los individuos sino también para la economía y la productividad de las propias empresas.
- Revisar los modelos de liderazgo
Los trabajadores ya no tienen como único fin ganar dinero a final de mes, sino que cada vez demandan más incentivos con el objetivo de dar lo mejor de sí mismos.
Hoy en día, para estar al frente de un equipo y tener éxito en situaciones de crisis, es necesario contar con una serie de habilidades como la empatía, la motivación o la capacidad de fomentar el trabajo en equipo. Habilidades como estas son los pilares de los nuevos modelos de liderazgo que se están imponiendo en las empresas.