La desigualdad de género ha sido uno de los problemas más comunes en todo el mundo, un fenómeno que afecta no sólo a las mujeres. A lo largo de los años, diferentes planes y programas se han ido creando con la idea de dar solución a este problema. Cuando se le niega todo su potencial a la mitad de la población humana, el conjunto del mundo termina perdiendo. A pesar de que la conciencia sobre los problemas que afectan a las mujeres y otros grupos minoritarios ha aumentado, el progreso en este frente sigue estancado.
El Informe Global Gender Gap Report 2020 realizado por el Foro Económico Mundial, en el cual se miden las diferencias entre hombres y mujeres en cuatro áreas clave: salud, educación, economía y política, ha revelado que se necesitan alrededor de 100 años para lograr la paridad de género si continuamos con la actual tasa de cambio. El dato ofrecido es sólo una pequeña muestra de una problemática mucho mayor que incluye desde el acoso sexual hasta los estereotipos culturales con relación a la perspectiva de género.
El coronavirus hace visible las desigualdades e injusticias en torno al género
La pandemia nos ha mostrado las debilidades de nuestros sistemas. En el mundo actual, en el cuál todo tiene relación de alguna u otra manera con el género, no es de extrañar que la pandemia de la COVID-19 (con el consiguiente cese de gran parte de la actividad económica y la obligatoriedad de mantener el distanciamiento social), tampoco sea ajena a estas cuestiones. Así, a pesar de que en esta situación las cuestiones de género han sufrido un retroceso, tampoco podemos afirmar que todo ello nos coja por sorpresa.
La tecnología actual también tiene prejuicios
La tecnología moderna es algo maravilloso: puede aumentar la precisión y la eficiencia, llegar a realizar tareas tediosas y redundantes, mejorar el proceso de toma de decisiones y, en general, hacer la vida y el trabajo mucho más sencilla. Pero eso no es todo, la tecnología también puede ayudar a promover la igualdad de género.
Sabemos que la innovación en tecnología de recursos humanos, como la inteligencia artificial (IA), el Big Data o la automatización, está aportando una dosis de objetividad a la toma de decisiones empresariales, a pesar de que esto no sea suficiente para eliminar los prejuicios existentes en los lugares de trabajo.
La CNBC informó que "la inteligencia artificial no siempre puede eliminar el sesgo de los procesos de contratación". También expusieron que los líderes se están dando cuenta de que muchas de sus prácticas simplemente han quedado desfasadas. La inteligencia artificial puede llegar a funcionar siempre que los datos de entrada sean precisos. Por lo tanto, el problema no es la IA en sí, sino cómo ésta ha sido construida por los humanos. Existe un riesgo muy real de que, en lugar de resolver el problema del sesgo de género, la IA solo lo exacerbe aún más. Ya hoy vemos anuncios dirigidos en los que los algoritmos perpetúan la brecha salarial al presentar el listado de trabajos mejor pagados.
La realidad es que todo el mundo presenta, de alguna u otra manera, algún prejuicio. Es parte del ser humano: las experiencias vividas pueden determinar la forma en que se ve el mundo (positiva o negativamente). A veces nos damos cuenta, otras no, pero muy a menudo nos vemos impulsados a tomar decisiones basadas en nuestros prejuicios.
Poner a las personas en el centro permite medir la ineficiencia económica de la injusticia
Las brechas y desigualdades de género son una forma de ineficiencia económica que debe resolverse. Las cifras y los datos nos dicen que no solo tiene un impacto en el tejido social, sino también en el económico.
• Un rendimiento superior al 25% es el promedio de mejora en el rendimiento bursátil de las 50 principales empresas de Diversity Inc.
• El 85% de los directores ejecutivos cuyas organizaciones tienen ya una estrategia de diversidad manifiestan que su desempeño ha mejorado.
• Un 48% de mejora en los márgenes operativos generados por la gestión de la diversidad de género, según la décimo octava encuesta global de directores ejecutivos de la consultora PWC.
• Un 42% más en términos de rentabilidad sobre las ventas. Las empresas con mayor porcentaje de mujeres en la dirección aumentan en un 42% su desempeño con respecto a las que tienen un porcentaje menor. Catalizador McKinsey
• Se estima un aumento en el PIB de hasta 11,5 billones para 2028 mediante la eliminación de la brecha de género (Informe de género del WEF 2020)
• 165 mil millones es el dinero que el gobierno español ha destinado al rescate derivado de la crisis del COVID19, denominada “digitalización y cierre de la brecha de género”.
Arreglando el sesgo de género a través de Blockchain
Naciones Unidas ya ha demostrado que Blockchain tiene la capacidad de afrontar el problema de la desigualdad, una plaga que recorre nuestro tejido social a nivel mundial y adopta diversas formas, ya sea de género, económica, de clase, de casta o política.
Blockchain proporciona una nueva forma de tecnología basada en datos que permite cumplir ciertos estándares sociales dentro de las organizaciones.
Con los contratos inteligentes, las reglas para medir los sesgos de género que existen en el lugar de trabajo se pueden delinear fácilmente y de manera transparente. Como resultado, los estándares sociales se pueden verificar de forma independiente en la cadena de bloques. Somos pioneros en el uso de Blockchain para gestión del capital humano. Poner a la persona en el centro es algo muy humano. Por lo tanto, la principal fuerza que nos impulsa es nuestro deseo de cerrar la brecha de género y eliminar las desigualdades de género en el lugar de trabajo. Mientras que otros han decidido centrarse más en la digitalización de recursos, la automatización de la toma de decisiones financieras, la tokenización de activos, etc., nosotros nos hemos preferido comprometernos con la innovación del capital humano utilizando blockchain.
Los factores de producción económica son el capital natural, real y humano. La gestión del capital humano ha estado mal representada dentro del uso de blockchain. Miles de millones de personas diariamente en todo el mundo agregan valor a la humanidad; con blockchain podemos capturar e intercambiar los datos asociados a estas innovaciones de una manera transparente y segura. La creatividad nos separa de otras especies; por lo tanto, la utilización eficaz de los datos de capital humano es fundamental para seguir avanzando.
Blockchain permite crear nuevos estándares sociales que cerrarán la brecha de género
Blockchain hace posible el cumplimiento de nuevos estándares sociales, esencial para rastrear y acortar la brecha de género. Además, sabemos que la injusticia digital es ineficiente ya que el sesgo de género se puede rastrear hasta su raíz (o hasta las fallas del propio diseño del sistema). Blockchain se enfoca en errores de diseño del sistema; puesto que, desde esta tecnología, suprimir esos errores directamente es más sencillo. La discriminación requiere un cambio en el comportamiento.
¡La concienciación también ayuda! La concienciación puede cambiar las leyes y mejorar el comportamiento. Eliminar el sesgo es justo. La frustración y los recursos mal asignados disminuyen la eficiencia corporativa.
La tecnología Blockchain es un nuevo sistema operativo que no solo garantiza intercambios de datos seguros y protegidos, sino también procedimientos y decisiones transparentes y rastreables. Lo cual es totalmente nuevo para los sistemas y tecnologías actuales, lo cual garantiza que cualquier falla o sesgo se pueda rastrear hasta la raíz. Por lo tanto, también se podrá rastrear el sesgo de género y, por lo tanto, se resolverá.
Creo que la causa fundamental de la brecha de género no está en la discriminación aislada, sino en las jerarquías establecidas dentro de organizaciones estratificadas. Las organizaciones más horizontales y las estructuras de datos (filtradas) ayudan. Blockchain ofrece crear organizaciones más planas, con menores costos en la coordinación y salvando los prejuicios de género que existen.
La innovación y la tecnología con perspectiva de género ayudarán a rectificar el sesgo que ya está integrado en nuestro sistema, al tiempo que acelerará la inclusión de las mujeres en el mundo laboral que viene.
La tecnología puede hacer muchas cosas, muchas de ellas maravillosas, pero no puede resolver todos nuestros problemas por ella misma. De hecho, si no tenemos cuidado, podría terminar empeorando la situación actual, institucionalizando el sesgo de género y exacerbando la desigualdad. Blockchain puede, y debe, mejorar nuestras vidas, pero eso solo será posible si la aplicación de nuevas tecnologías para mejorar nuestra sociedad no esté impulsada bajo una idea y un propósito claros.
También puedes leer el primer artículo de la serie: "Cómo Blockchain cambiará la función de Recursos Humanos para siempre"
Rebeca Fernández es experta en materia de Transformación de Recursos Humanos y HR Analytics. Rebeca es speaker internacional, autora de libros, y con frecuencia concede entrevistas a medios internacionales. Es además profesora asociada en MBA HR en la Universidad de Cantabria.
Rebeca también es miembro de la junta de la Blockchain Language Knowledge Foundation y cofundadora de Human Capital Blockchain. Rebeca también está muy involucrada en proyectos de Blockchain que están relacionados con los recursos humanos y la resolución de la desigualdad de género. También es la creadora de “CLOSING THE PAY GENDER GAP CHALLENGE” ” que tiene como objetivo cerrar la brecha salarial de género para 2030 mediante el uso de la tecnología Blockchain.